El otro día fuimos al dentista:
Dentista: ¿Venís por algo en concreto? ¿Se queja de algo la niña?
Yo: No. Queríamos venir antes de que tenga nada para que la visita le resulte agradable y no coja miedo. Es la primera vez que viene y le tiene fobia a los médicos.
Mi querida hija se sienta en el sillón y se pone tensa.
QH: No, no. No quiero. Quiero irme. No. ¡Mamá!
Yo me acerco. Le doy la mano. Intento calmarla. La dentista le enseña el espejo con la que la va a mirar. QH comprueba que no hace daño. Hacemos como que miramos los dientes de su muñeco, hasta que QH se ríe "Pero si no se le abre la boca". Finalmente, deja que la dentista le mire.
D: Um... um... Tiene unas machas marrones en los dientes. ¿Lo has notado?
Yo (presintiendo que no voy a oir nada bueno): Sí...
D: Son zonas donde el diente no tiene casi esmalte y sin esa protección, se le hacen caries muy fácilmente. De hecho, tiene dos.
Yo: ¡Dos caries!? Pero si se cepilla todos los días y no come casi azúcar y...
D: Sí, pero con el esmalte así va a tener caries de todas formas.
Yo: ¿Y porqué tiene el esmalte así?
D: Es difícil de decir. ¿Hubo algún problema durante el embarazo?
Me lo pienso y decido que cuando una mujer se ve obligada a abandonar a su bebé se puede asumir con cierta seguridad que el embarazo no fue perfecto.
Yo: Probablemente.
D: Vamos a tener que empastarlas.
No creo que mi querida hija sea capaz de oir el ruido que hace un torno sin tener una crisis de ansiedad.
Así que ahora me toca buscar un dentista que esté dispuesto a drogar a mi hija con grandes dosis de tranquilizantes y anestesia antes de tocarle los dientes.
Ya os contaré.
Foto: dos pies sobresalen del respaldo de un sofá. Mi querida hija piensa que es fantástico tirarse al sofa en plan kamikaze.
4 comentarios:
Hola guapa, en Valencia hay un servicio de la Cruz Roja que atiende a personas con diversidad, niños incluidos. La verdad que Miguel ha ido progresando bastante, gracias a la profesionalidad del personal. Las consultas suyas duran cerca de la hora y los primeros 30 minutos se lo pasan contando los dientes, con espejos, le dejan dentaduras, hacen lo que le van a hacer primero fuera para que él lo vea y luego en su boca, muy despacito, la verdad es que es un lujo porque encima es gratuito. De momento esto va bien, pero Miguel no creo que aguantase un empaste y habría que ponerle anestesia general, hoy por hoy no tenemos ninguna caries, pero... Ya nos irás contando como quedas, besitos Inma
Bueno tu post, mi pareja es Dentista y siempre me habla de lo complicado que es atender a niños pequeños, se necesita mucho amor y paciencia y una cuota de ingenio de parte del profesional para distraerles del dolor que puedan sentir.
Un abrazo para ustedes,
Se me olvido decirte que mi pareja practica la tecnica de hipnosis para relajarlos y calmarlos un poco.
Un beso
Gracias chicas,
tenemos cita con un dentista para el día nueve y vamos a ver qué impresión nos da.
Ya os contaré,
Arce
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