
Estábamos tan nerviosas que ahora que ya estamos en casa y nos hemos relajado nos sentimos como de plastilina.
Primero tuvimos otra reunión con tropecientas personas del centro y de Meniños. Estábamos ansiosas por verle y no queríamos escuchar a toda esa gente, pero al final fue muy emotivo, porque los educadores están muy unidos a Número Tres y hubo hasta lágrimas.
Después lo fuimos a ver y en seguida se nos vimo a los brazos. Nos enseñó su habitación y sus juguetes, que ya tenía guardados en bolsas para mudarse a casa.
Tenía allí el poster que le hicimos con fotos de nosotras y de su habitación y de las gatas.
Le llevamos una camiseta de Rayo McQueen y se la quiso poner enseguida. No creo que hayan conseguido quitársela para ponrle el pijama. Le encanta Rayo McQueen.
Nos pasamos el día con él y él estuvo feliz, salvo cuando tuvo que dejar a uno de sis educadores, al que quiere mucho, que se puso de morros y se negó a darme la mano durante al menos un par de minutos. Después se le pasó el enfado y volvió a estar feliz.
Cuando le dijimos que nos teníamos que ir, dijo "no", pero se conformó cuendo le dijimos que volvemos mañana.
Todavía no nos conocemos, ni nosotras a él y él a nosotras, pero vamospor buen camino.
La gente del centro de acogida nso ha hecho un plan detalladísimo del periodo de adaptación, que básicamente es un intensivo de visitas, paseos y comidas de lunes a miércoles y después una fiesta de despedida el jueves.
Así que si todo va bien, lo tenemos en casa el jueves.
Estamos cagaditas. Nos esperábamos un periodo de adaptación de al menos un par de semanas.
Mañana vamos con nuestra Querida Hija. Por si las moscas nos hemos armado de huevos Kinder.
Desearnos suerte.
Foto: la primera foto de Número Tres: las copas de unos árboles.