Esta Semana Santa hemos estado en en país de mi querida esposa, visitando a la familia.
Estábamos en la playa con los abrigos puestos, un día lluvioso y frío, cuando sonó mi móvil.
Yo: ¿Sí?
Ella: Soy C, de Meniños.
Mi corazón se puso a latir a cien por hora. ¡¡Meniños!!
Yo: ¡Estamos en otro país!
Rápidamente, pensé en cuánto tiempo necesitábamos para recoger los bártulos, explicar las cosas a la familia política y correr a Madrid a abrazar a nuestro/a nuevo/a hijo/a.
Ella: Te llamo para decirte que vuestro expediente no ha pasado todavía a comisión, pero que pasará muy pronto. Venga, no os preocupeis y paciencia.
Yo (en un suspiro): Vale.
Y ya. Es que no gano para sustos.
Y seguimos esperando. Con la adopción (internacional) de mi querida hija, el expediente se completó en julio, pasó a comisión en agosto/septiembre, recibidos la carta en octubre y viajamos al país en enero. Es decir, desde el momento de completar el expediente hasta que tuvimos a nuestro bebé en brazos pasaron 5 meses y unos días. En esta adopción, el expediente debió haberse completado en diciembre. Estamos a finales de marzo y todavía no ha pasado a comisión. Francamente, no lo entiendo. ¿A qué están esperando? Mi estimada esposa dice que esperan a tener niño para pasar la idoniedad. Bueno, pues si es así que lo digan y nos quedamos más tranquilas.
Bueno, por lo menos ha ganado el PSOE.
viernes, 28 de marzo de 2008
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