Mañana jueves hace tres semanas que Número Tres está en casa y me parece que ha estado con nosotras toda la vida.
En realidad, todavía estamos sobreviviendo y apenas hemos empezado las montañas de papeleo, visitas médicas y gestiones varias que tenemos que hacer.
Nuestra querida hija está feliz con su hermano y él con ella. Siguen con su estupenda complicidad, ayudada en gran parte
porque él la admira con locura y le dice a todo que sí.
Ella está con los celos que eran de esperar, pero también se ha vuelto más autónoma, más "mayor".
Me paso el día de arriba a abajo, viendo a gente, haciendo papeles, acudiendo a citas con fisiotepapeutas, trabajadores sociales, médicos de distinto plumaje.
Estoy cansada y feliz.
Foto: unos globos de colores en los que mi querida hija ha escrito sus colores en inglés a su manera.